Simplemente verde ( por Patricia, la Colo)

 Simplemente verde. 

Dicen por allí que “todo depende del color del cristal con que se mire” ... Sin dudas así es, aunque a mi entender no sólo depende del color, sino también de la forma y de los estados de ánimo. 

Es una habitación, una foto o un espacio libre, una enorme esfera, contenedor o contenedora de alma, cuerpo y mente. 

El cristal, es indudablemente verde y va tiñendo todo el espacio con ese mágico color; es la esperanza y la esmeralda de la soñadora que allí está, única habitante de esa espacialidad en sus bellas locuras, en sus utópicas aventuras, en sus quijotadas. 

Verde lima claro perfumado. 

Verde oscuro alocado. 

Verde manzana jugoso. 

Verde musgo húmedo. 

Mágico, siempre mágico, verde ensoñación. 

Así y mucho más, es bella dama, jovial, risueña ha de llevar su madurez a cuestas, largos y ensortijados cabellos de enredaderas, manos huesudas de largos dedos, hábiles para cavar la tierra sembrando, plantando y trasplantando. 

Se sabe hada protectora de la naturaleza, de las plantas y flores; por dónde camina deja huella; donde paso el fuego con su calor abrazador y sus ardientes lenguas deglutió hasta el más pequeño brote, pintando todo de gris y negro, cenizas y carbones, tierra devastada... Ella, lentamente desanda los caminos exhalando su fresco aliento mentolado, esparciendo aire fresco, mitigando tristezas. 

Su pequeña mano va limpiando cada pequeño espacio de suelo, amor incondicional a todos los seres. 

Protectora de los bosques, defensora de los ríos y los mares, madrina de las praderas, flores y mariposas. 

Bienhechora de animales y de cuánto ser vivo habita este planeta.  

Radiante sonrisa, salida de sol, atardecer. 

Verde esperanza, allí está... 

Ella teje mullidas alfombras en primavera, brotes tiernos en los campos, en los bordes de caminos y senderos, para luego bordar con delicados hilos de colores las flores que las complementan, unos dulces toques de sus mágicos dedos y allí están las abejas trabajando de flor en flor, dulce néctar transformado en miel. 

Pinta pequeños toques en los árboles, hasta cubrirlos del verde follaje, claroscuros que los caracteriza. 

Un leve vuelo por los cielos y transparentes gotas de lluvia comienzan a caer llevando la esencial sustancia líquida a la tierra sedienta; en las altas cumbres en blancas nevadas. 

Ella guía a las estaciones del año, ordena sus secuencias, sus momentos de idas y venidas. 

Han pretendido encerrarla en una caja, en un cubo silencioso, han pretendido acallar su voz, infectaron cursos de agua, causando la muerte de miles de inocentes seres; contaminaron de tal forma el aire, que ahora no sólo se torna irrespirable en algunos lugares, sino que ya no hay filtro, la radiación nos está matando, la han atacado de mil maneras, ella se defiende callada, sabiamente; aunque no siempre gana las batallas. 

Casi logran encerrarla, acorralarla hasta el punto de ir secando su verde, de ir perdiendo su pureza y claridad, ella sigue dando pelea, han querido encerrarla bajo llave en un pequeño cubículo y dejarla morir, pero ella extendió las verdes guías de su cabellera hasta destrozar cerrojos y salir. 

Ella Madre Tierra, verde esperanza. 

 

Comentarios

Daktari dijo…
El hada del bosque.
Madre tierra
Cada tribu tendrá un nombre para ella. Buenas descripciones. Sentí el musgo suave y mullido bajo mis pies.
Daktari
felix dijo…
nadé, volé, caminé, oí y disfruté. Sentí lo que se siente cuando se vive lo que se lee
mariarosa dijo…
Una belleza de prosa y un mensaje que emociona.
Vine a agradecer u visita y me encontré con una prosa poética a la que hay que sacarle el sombrero.
¡¡APLAUSOS!!

mariarosa.